La vida útil de una edificación depende en gran medida del cuidado y
mantenimiento que se le brinde. La exposición constante de las paredes y losas
de concreto a las condiciones climáticas, tan cambiantes en nuestra región, les
provoca un acelerado deterioro, por lo que es importante protegerlas
adecuadamente.
La durabilidad del concreto está íntimamente relacionada con su compacidad,
porosidad y permeabilidad. De ahí que sea tan importante mantener
impermeabilizadas las estructuras de concreto, ya que uno de los factores que
más afecta el estado del concreto es la filtración del agua.
Para mantener las estructuras aisladas de la acción del agua existe en el
mercado una gran variedad de productos impermeabilizantes, que se aplican en el
proceso de elaboración del concreto (aditivos) y luego del fraguado y secado.
Las losas de concreto tienen una diferencia fundamental con las paredes y es
que en ellas, por su posición horizontal, el agua escurre con mayor dificultad,
peor aun si no cuentan con una adecuada pendiente, lo que ocasiona que el agua
se encharque. Esto hace que las losas presenten muchos problemas de
filtraciones.
Lo primero que debemos revisar es si existe la pendiente necesaria para que el
agua no se escurra.
La mínima recomendable es de un 3%. Luego se debe verificar que los ángulos que
se forman entre la losa y las paredes sean achaflanados, para evitar la posible
filtración en los cambios de plano ojuntas de construcción.
En las losas de techo se instalan tuberías y accesorios que se anclan a ellas,
por lo que se debe sellar cualquier posible foco de filtración. Luego se
sellarán todas las juntas y grietas, para finalmente aplicar el
impermeabilizante.
A la hora de definir el impermeabilizante ideal para una losa, se debe tomar en
cuenta el tránsito que soportará, ya que la fricción puede dañar la película.
En losas de techo, una muy buena opción es el manto asfáltico, formado por una
mezcla de asfalto con una membrana granulada, cuyo grosor dependerá de ese
tránsito.
Este tipo de material proporciona una impermeabilización fuerte y duradera, ya
que posee excelentes propiedades de flexibilidad, resistencia a la deformación
y recuperación elástica.
En primer término se aplica una imprimación de emulsión asfáltica, que funciona
como adherente, para luego calentar el manto asfaltico, que proveerá una
adherencia adecuada a la losa. Este tipo de impermeabilizante debe ser aplicado
por especialistas, ya que se requieren herramientas y equipos especializados.
En losas de techo en las que el tránsito será mínimo o nulo se pueden utilizar
impermeabilizantes cementicios o acrílicos, los cuales brindan una adecuada
protección a la superficie.
Fuente: infoconstruccion
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